Trabajo sobre la plástica del juguete y del personaje ficticio, partiendo de referencias del mundo de la animación o la marioneta. Lo que me aporta la idea del muñeco es una cercanía que me permite saltar barreras estéticas y acercarme al lado más pueril de la persona que mira la obra. No lo considero, por lo tanto, arte para niños, si no piezas que hablan de algo tan sencillo como la risa.